Todos saben que los zumos o jugos naturales son beneficiosos para la salud, nadie diría lo contrario, sin embargo, no muchos conocen cómo una dieta sólo a base de jugos naturales puede aliviar e incluso revertir pequeñas y graves dolencias, ni qué instrumentos usar a tal efecto ni por qué una dieta semejante es tan efectiva frente a cualquier mal físico e incluso mental.
Muchas dolencias mentales tienen su causa en la deficiencia de algún mineral u oligoelemento, de manera que vertiendo sobre nuestro cuerpo frutas y verduras en forma de jugo es muy probable que saciemos tal escasez mineral.
Antes de continuar quiero hacer notar que hablaremos todo el tiempo de jugos sin fibra, no de zumos exprimidos normalmente. Para que la jugoterapia sea efectiva necesitamos extraer todo el cuerpo de las frutas y verduras y quedarnos únicamente con su sangre; de este modo absorberemos el máximo de nutrientes de la manera más limpia posible y daremos el mínimo esfuerzo a los intestinos. Queremos que el cuerpo aplique todos sus esfuerzos en la nutrición y que la digestión sea lo más directa posible, lo más cercana a una transfusión.
Para ello antes de empezar a tomar jugos sin fibra deberíamos limpiar nuestros intestinos. Lo recomendable sería unos días de ayuno sólo bebiendo agua de mar hipertónica (sin rebajar) en la cantidad suficiente para que cause un efecto laxante. Si a ello unimos lavativas nos quedarán las paredes intestinales limpias y listas para asimilar los nutrientes sin impedimentos y de la forma más directa.
Para la extracción de los jugos de frutas y verduras necesitaremos una ‘extractora de jugos’ de bajas revoluciones, de manera que una rotación demasiado rápida no queme las enzimas y oligoelementos que tantísima falta nos hacen en momentos de enfermedad o salud decaída. La madre de todas las extractoras de jugo modernas es la ‘Norwalk Press Juicer’, diseñada en 1934 por el Dr. Norman Walker (1886 – 1985), el padre del crudiveganismo y la jugoterapia.
Esta preciosa máquina, ‘el Ferrari de las extractoras de jugos’, todavía se vende, aunque su precio ronda los 3.000$. Sin embargo últimamente y gracias a la popularización de un estilo de vida saludable y de los tratamientos alternativos, han aparecido extractoras que sin ser tan caras presentan los mismos resultados y con una máxima eficacia. A nuestro parecer la más cómoda y recomendable en estos momentos es la Kuvings Whole Juicer, que permite introducir todas las frutas y verduras de una sola vez, sin tener casi que cortarlas, y que extrae los jugos a muy bajas revoluciones.
Una vez tenemos la extractora en nuestra casa y tenemos los intestinos bien limpios y listos para absorber puros nutrientes, toca llenar la despensa con frutas y verduras de la mejor calidad, y para ello debemos o bien cultivarlas nosotros o conseguirlas del mercado ecológico, ya que además de no tener restos de pesticidas y abonos químicos muy perjudiciales, éstas se han cultivado en terrenos mucho más ricos en minerales y oligoelementos, con lo que contendrán más y mejores nutrientes que los alimentos de origen químico-industrial.
Ahora nuestro objetivo es limpiar nuestra sangre de acidez tóxica y reemplazarla por alcalinidad saludable: en estado ácido las células y su medio interno están saturadas de toxinas, de manera que la sangre no logra transportar los nutrientes (oxígeno incluído) hasta la célula debido a la congestión tóxica que padece. Por tanto, lo más recomendable es emplear casi todos nuestros esfuerzos en realizar jugos verdes que contengan el máximo de clorofila (la sangre vegetal), pues siendo sus moléculas casi iguales que la sangre humana será lo más parecido a inyectarnos transfusiones de sangre nueva, limpia y cargada de nutrientes.
Las verduras, pues, deberan constituir un 80% aproximadamente de nuestra dieta, siendo las verduras más verdes las mejores que podemos elegir. Las frutas, en cambio, que sean escasas, y no muy maduras, porque acidifican y están más fermentadas, y que sean en su mayoría rojas o moradas, ya que además de aportarnos calorías y carbohidratos de la máxima calidad, como su color denota, estarán cargadas de antioxidantes que ayudarán enormemente a deshacernos de los ácidos tóxicos acumulados en la sangre y que son origen de cualquier dolencia.
Esta terapia la podemos mantener hasta notar mejoría, y progresivamente ir añadiendo sólidos a la dieta, como ensaladas con frutos secos, por la noche, lo que nos otorgará un poco de fibra de calidad que enjuagará los intestinos. Mejor por la noche, cuando el cuerpo dispone de 8 horas por delante de inactividad y puede deshacerse de la fibra sin otros gastos calóricos más que los procesos de desintoxicación y drenaje.
Como última recomendación, si a los jugos les podéis añadir una parte de agua de mar (al gusto) estaréis asegurando para vuestro cuerpo la nutrición más perfecta posible, y supliréis cualquier carencia mineral que padezcáis y que daba origen a vuestro pesar ya fuera físico o mental.
«Puedo decir con toda sinceridad que nunca he sido consciente de mi edad. Desde que alcancé la madurez nunca he sido consciente de ser en absoluto más viejo, y puedo decir, sin equivocación ni reserva mental, que me siento más vivo, alerta y lleno de entusiasmo hoy que cuando tenía 30 años, y sigo sintiendo que tengo por delante mis mejores años. Nunca pienso en los cumpleaños ni los celebro ya. Hoy puedo decir con total sinceridad que estoy gozando de una vibrante salud y no me importa decir a la gente qué edad tengo: SOY ETERNO!»
Norman W. Walker a los 86 años (The Natural Way to Vibrant Health cap.3, 1972).
Nota: este post no está destinado a reemplazar o sustituir las recomendaciones o consejos de su médico o proveedor de atención médica. Estos consejos no deben usarse para diagnosticar o tratar un problema o enfermedad de salud. Si usted cree que tiene una condición médica o problema, póngase en contacto con su proveedor de atención médica.
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